lunes, 31 de agosto de 2009

Acerca de la oportunidad de la Ley de Medios

"El mundo social es el lugar de luchas a propósito de palabras que deben su gravedad- y a veces su violencia- al hecho de que las palabras hacen las cosas, en gran parte, y que cambiar las palabras, y, más generalmentelas representaciones ( por ejemplo la representación pictórica, como Manet), es ya cambiar las cosas. La política es en lo escencial un asunto de palabras ".

El amigo Bourdieu en Cosas Dichas .
Y para poder disputar el uso de las palabras y, por lo tanto intentar hacer disputa política, tenemos que disponer primero del sistema de distribución, romper su estructura cuasi monopólica y avanzar en cada grieta que se produzca. Y para aquellos que dicen que " no es tiempo", reflexionemos que, decir que no es tiempo es un argumento útil sólo a los dueños del sistema. Para todos los demás sectores del arco político de la Nación no es inteligente desaprovechar la oportunidad de la discusión.

martes, 25 de agosto de 2009

Goles y ley de medios.

Weber adjudicaba a la Iglesia una posición monopólica en el mercado de los bienes de la salvación.
¿Es el grupo Clarín, como la Iglesia, el monopolio de los bienes de la información y el conocimiento del otro?
Parece que si.
¿Es útil al pensamiento neoliberal tener una posición dominante en el mercado de los bienes simbólicos de la palabra, la imagen , la diversión y la escucha ?
Los cambios económicos se transforman siempre en cambios en los usos sociales y así el monopolio del Gol clausuró, al ofrecernos una única imagen, la opinión y la discusión públicas sobre el como se hizo o podría haberse hecho. El monopolio muestra el ángulo invertido, la opinión de seis panelistas y la de los protagonistas y se acabó.
Esa es la realidad.
La realidad no necesita ser discutida, adjetivada. Es científicamente objetiva y pasamos dogmáticamente del modelo de la realidad a la realidad del modelo.
Grondona es peligroso, Araujo no me gusta, la ley de Medios puede ser un arma usada peligrosamente,
como advierten acá, pero al menos recuperamos el debate.
Y si recuperamos el debate recuperamos la pasión por la cosa pública.
Aceptar el fin de las utopías es funcional a los que terminaron dueños de la sartén, el mango, la hornalla, el gas y el aceite.
La discusión nos obliga a reconocernos y a justificar nuestra posición en la cancha porque el juego no terminó.
Vamos por la Ley .
West Berlin, Germany, 1962. Foto de PAUL SCHUTZER/LIFE

miércoles, 19 de agosto de 2009

Los jóvenes y Cromagnon

Está por salir el fallo sobre Cromagnon.
Y probablemente, la Justicia, que no puede ser perfecta porque sólo puede tratar de administrar el castigo, dejará más o menos satisfechos a quienes resultaron los damnificados de hecho .
Pero el problema no es de derecho sino social. ¿Que significa ser joven, o niño, en la Argentina de hoy ? ¿Cuán invisible es el primer tramo de la vida, que es ignorado como sujeto de derecho por una sociedad que no los piensa, no los proteje, no los proyecta?
Los niños integran un mercado al cuál se dirije, desde los medios ,una publicidad agresiva, condicionante , que apela a formar individuos que necesiten consumir para generar su identidad. Hablando de los sectores sociales que pueden acceder a los bienes, sean materiales o culturales.
Los jóvenes son abandonados por una sociedad que mira para el costado en cuanto a la salud y la educación públicas, porque ni espera nada del Estado ni tiene conciencia de sus posibilidades de modificarlo ,en aquel sector que está fuera del sistema.
La Convención de los Derechos del Niño habla de derechos que son una obligación del Estado.
Pero la sociedad olvida que el Estado somos todos y que para que una enunciación de derechos pase de discurso a práctica, hace falta compromiso. No solamente designar funcionarios para que hagan sino además involucrarse para verificar que se haga.
Los muertos de Cromagnon son la punta del iceberg, por lo brutal, que debe hacernos mirar a los muertos en los boliches, en los hospitales, en los accidentes de la noche, en la miseria, en la violación , en la trata de niños, en los abortos, en la estigmatización de los medios, en el pensamiento de que los jovenes son peligrosos.
En los setenta ser joven significaba ,para muchos, actuar por el cambio.
La sociedad adulta sigue castigando el atrevimiento.