jueves, 28 de julio de 2011

Alianzas




Los explotadores no renuncian buenamente al poder.
La democracia no es consenso sino confrontación y discusión política, a pesar de que el poder intente hacer aparecer a esa confrontación como una CRISPACION, borrando así el significado profundo de una sociedad que discute por intereses. La comprensión de las tendencias de la historia es un punto de partida para intentar pensar como producir cambios en las sociedades, no digo una revolución.
Mirando esas tendencias, puede verse que la derecha, sea esta peronista , radical o liberal, no tiene problemas en efectuar alianzas tácticas que le permitan enfrentar a las clases subalternas en esa disputa por la hegemonía que es la confrontación en democracia.
Así un Duhalde, un Macri , un De Narváez junto con este Alfonsín no dudan en armar alianzas que, como en el juego que prefería el general Giap, el go, propone múltiples escenarios de enfrentamiento y donde la ventaja material o territorial no son necesariamente una fortaleza.
En ese sentido, cierta faceta del Kirschnerismo hace que se sienta como la vanguardia iluminada que, al igual que los troskistas, no trepida en avanzar sin buscar ni plantear tácticas que permitan enfrentar al enemigo común. En otro costado del campo popular, un centro-izquierda que no acepta las prácticas culturales de una parte de su sociedad, una izquierda a la izquierda que solo es testimonial y moviliza cuadros pero no representa a nadie. Juntos estos sectores representan distintas , importantes, posturas ideológicas con contenidos teóricos interesantes, discutibles y debatibles que van del nacionalismo popular a un marxismo gramsciano pasando por el troskismo y un socialismo posmoderno. Enfrente, la derecha tiene una práctica teórica menos rica pero una visión táctica y estratégica más inteligente.
Faltan tres meses para octubre.

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