miércoles, 10 de agosto de 2011

Ciudades en llamas



Londres se quema, pero no es el incendio del siglo XVII.
Los jóvenes que no acceden al consumo de bienes durables , que sólo consumen vino y cerveza, demuestran que pueden quemar las calles. No es una protesta de piqueteros en Avellaneda, de indignados en la Puerta de Alcalá, de griegos desesperados. Es un emergente de una sociedad rota y desgastada que no ofrece nada a su juventud pobretona, en términos del primer mundo. No hay protesta de hambre. Tampoco es la protesta ideológica que camina por las calles de Santiago reclamando por una educación que sea inclusiva y que no sea un negocio más del neoliberalismo.
En estas protestas aparece el uso de las redes sociales como herramienta de comunicación entre los grupos, las personas. No faltará una mirada que suponga que las redes sociales son el nuevo mecanismo de participación, olvidando que el poder siempre puede intervenir monitoreandolas o , si es necesario, desenchufando el sistema. Las redes sociales circulan a través de mecanismos como internet o la telefonía que no nos pertenecen, que siempre pueden ser desconectados.
Por eso la política que se basa en militancia, o trabajo de base, en participación a partir de cualquier medio es más real que lo que aparece a través de las redes sociales.
El problema es que es un trabajo a muy largo plazo. Da lástima la proposición que hace el discurso de Altamira/Castillo quejándose por una "proscripción"- en rigor una acción política armada por otros actores para los que la izquierda extrema no representa riesgo-que muestra el vacío de un discurso sostenido en democracia y libertad de 1983 a esta parte. Si en 27 años no han podido llegar al 1.5 % de la población, el problema no es la mayor o menor certeza de su discurso sino que no es el adecuado.
Por otra parte el mismo poder que puede monitorear las redes amenaza y crea el miedo, apretando al Juez Zaffaroni o amenazando al intendente de Ayacucho. Es el mismo poder que dice que Estados Unidos es AAA aunque las calificadores se lo bajen, según las declaraciones del Nobel de la Paz Obama. Total, quien es suficientemente malo como para intentar cobrarle por la fuerza?
Lo más interesante es lo que está pasando a nivel Unasur, donde los paises de la región estudian como evitar que los poderosos nos hagan pagar la cuenta de la fiesta de bonos mundiales y al mismo tiempo usar la crisis como oportunidad para generar algo diferente, algo que se base en nuestras culturas para buscar un nuevo polo de armado social, como lo propone Sader.
" Toda política democrática radical debe evitar los dos extremos representados por el mito totalitario de la Ciudad Ideal, o el pragmatismo positivista de los reformistas sin proyecto " dice Don Laclau.

1 comentario:

  1. Hola. Todo esto que esta sucediendo es verdderamente lamentable. Las consecuencias que esta teniendo la crisis que estamos atravesando creo que nadie las habia imaginado. Sucedio en londres, como pudo haber sido en madrid o paris. Una verdadera lastima!

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