jueves, 31 de diciembre de 2015

Contra la política del Partido Reaccionario del Orden.


"¿Podremos tener la actitud del pasivo narrador de Tlön? 
¿Podremos “no hacer caso” cuando, es evidente, las irrupciones que sacuden al mundo son constantes e indetenibles?
Los que irrumpen son hordas, físicamente reales o figuradas, de todo tipo, tradicionales como las presuntamente religiosas, económicas como las especulativas, culturales como las tartamudas que ocupan lugares en la educación y la cultura. 
Hordas que no necesitan invocar al clemente Mahoma, al feroz Thor ni al lúgubre Wotan pero que tienen armados los altares en el que se exalta la gloria inmarcesible del vengativo dios dinero."

Así termina esta excelente nota de Noé Jitrik en Página de ayer.

El verano será caluroso y hay que recargar pilas para tener disponibilidad de cuerpo y mente para lo que viene, que es hacer más y mejor política.
Los que salgan ahora de vacaciones aprovechen y los que no, a aguantar los trapos.

Hasta el 2016, que nos encontrará en la grieta.

miércoles, 23 de diciembre de 2015

Intervención en AFCSA de nochebuena


Cuando el ministro Garavano casi jocosamente se refería a gobernar vía DNU para
"corregir" la aprobación de "leyes insanas" , se refiere a esto, a la intervención de facto.
Así, el parlamento argentino ( y la sociedad toda) son ninguneados por la derecha rancia que accedió al poder por los votos.

Si en trece días de gobierno ha hecho todo lo que ya lleva realizado , pensar en una bordaberrización de la República no es un ejercicio teórico.

miércoles, 16 de diciembre de 2015

Macrismo y comunicación política

Apuntes para tratar de entender.
El macrismo ( creo que podemos denominar así a la versión actual de la derecha política ) ganó las elecciones ofreciendo un discurso de amor , paz y buenas ondas.
Sin embargo, en aras de conseguir el triunfo, no tuvo problemas en volver sobre sus pasos y prometer que no atacaría el Futbol para todos, o la AUH, " Lo que está bien se dejará", en un discurso vago de promesas.

Paris bien vale una misa , dicen que dijo Carlomagno  Enrique IV.
El poder  como objetivo admite volver sobre los propios pasos, desdecirse y decir lo contrario, el blindaje mediático opera como anestesiador del público, con el viejo concepto de la "aguja hipodérmica " que deberemos revisar.

Ahora bien, si se triunfó ofreciendo un discurso que vaciaba el sentido a la discusión política, el problema será, ¿ cómo oponerse políticamente a la antipolítica ?.
El discurso de argumentación política no puede enfrentar un discurso que elige no razonar y solo sentir, ( todos juntos , se puede,cambiemos, bailemos, alegría ).
Los cambios en la adjetivación - sinceramiento por devaluación- nos obligan a pensar que el desafío , amén de político es discursivo y comunicacional, pero además, es de estrategia de comunicación.
La centralización de las decisiones de la política comunicacional del macrismo aparecen como una ventaja táctica respecto a la actual dispersión del Frente para la Victoria.



jueves, 10 de diciembre de 2015

Plazas y Choris



Esta vez , la única vez en una década , rompí mi conducta y comí un chori, el más grande que pude encontrar.

Simplemente, porque a pesar de la tristeza de haber perdido ( producto de muchas cosas que se discutirán) recordé que mi memoria física de resistir al neoliberalismo, individualmente o en forma de pequeños grupos , se transforma en una posibilidad de enfrentarlo en forma colectiva.

No volveremos, estamos acá.

jueves, 3 de diciembre de 2015

El relato PRO

En la disputa por los medios y la gestión de los medios ( administración de la pauta entre otras cosas) el relato PRO no tiene en cuenta que el Poder Legislativo previó el solapamiento de la titularidad de AFSCA y RTA con el Ejecutivo, buscando la alternancia como una forma de aumentar la calidad democrática.
Y en su momento, la CSJ dijo que era una ley constitucional.

Veremos cuál es el relato para atropellar la democracia.

miércoles, 2 de diciembre de 2015

Raptores K vs Tiranosaurios no K


Estamos en la transición y toda transición es , por definición un pasaje de una fase a otra .
Un Cambio.

En la reconfiguración de la conducción del espacio político que es el FpV, está ocurriendo también un cambio y una disputa.
La nominación por la titularidad de la Auditoría General de la Nación es la tensión Echegaray o Fellner. La conducción del bloque de diputados es la oposición entre Recalde y Gioja.

La liga de los gobernadores ha adquirido un poder relativo superior , a partir de la (i) rresistible ascención al poder en Provincia de Bs Aires de Mariu Vidal y el PRO, que configura un escenario diferente para los caciques del conurbano.
La capacidad de disciplinamiento del PEN ( billetera mata galán independientemente del signo ideológico) ha sido histórica en nuestro país , a partir de una construcción kafkiana del sistema de distribución de la coparticipación , que permite mucha asignación discrecional en toda la cadena.
En este escenario, es clave para el futuro del campo nacional y popular cómo se resuelve la conducción del PJ.

El tigrense va intentar incidir en la conducción pero, probablemente su fuerza se vaya diluyendo. Sólo puede ofrecerse como árbitro en el Congreso , pero no tiene acceso a la billetera ( nacional y provincial ) que estará en poder del PRO.
Ni al PJ ni al PRO les conviene tener que negociar con una tercera fuerza, así que probablemente entre ambas y por distintos intereses , lo irán estrangulando.

Para los sectores aliados del PJ en su versión K que integran el FpV es clave ver primero quien conduce , ya que una dirección de tiranosaurios da menos espacio que una de velociraptores.
Una conducción de velociraptores, puede ( debería a mi entender) abrir el espacio a un gobierno si no colegiado, al menos más permeable a las distintas opiniones del conjunto.

Mientras tanto , el resto del bicherío mira a los grandotes esperando a ver que pasa.
La experiencia dice que solos es más difícil, pero lo real es que no es una alternativa imposible.




domingo, 29 de noviembre de 2015

La Grieta, la Política y la Antipolítica


Si algo evidenció el proceso eleccionario de noviembre es la existencia real de la famosa división .
Al final,en la hora última, existen dos visiones de la forma de vivir en el mundo.
Una cree que el Estado debe ser un jugador importante, con capacidad y con intención de intervención en todos los aspectos de la vida social y otra que cree que el Estado debe jugar un rol mínimo frente a lo individual, la propia realización  y el derecho ocuparse sólo del interés propio.

Claramente, las dos visiones resumidas muy groseramente tienen al interior de si mismas enorme cantidad de matices, divisiones y contradicciones, pero lo que me interesa reponer acá es que lo que se enfrentan son visiones tan antitéticas que sólo puede haber disputa, no consenso.
Ese pretendido consenso  no ha sido más que una forma de vestir desde el lenguaje  a la antipolítica, como herramienta de oposición a la política, entendida ésta como la disputa y el enfrentamiento que discute visiones contrapuestas.

Por supuesto , acuerdo no es lo mismo que consenso. Se puede acordar con otros. Pero un acuerdo es una etapa de una negociación, que implica una relación de perder-ganar, un lugar donde una parte acuerda perder algo frente a otra, en un juego dinámico donde ganará algo en esa pérdida.
El consenso es un acuerdo por consentimiento entre grupos o individuos, lo que no es más que otra manera que expresar la hegemonía en términos gramscianos.

Se empiezan a escribir páginas de todo tipo , tenor y calidad sobre un suceso clave en estos primeros veinte años del siglo XXI. Seguramente será motivo de análisis, investigación y problematización por parte de la academia por mucho tiempo.

A mi juicio, lo que distingue este PROceso frente a la experiencia del kirchnerismo y el FpV es que , si el FpV fué un camino de construcción de identidad política y de construcción de poder a partir de haber llegado al ejecutivo en minoría ( 2003) , la derecha y el neoliberalismo argentino han producido un fenómeno único en su historia que es haber logrado conducir las aspiraciones y el pensamiento político de la mitad de la población, de manera tal de acceder a ése ejecutivo de forma absolutamente legítima y desde la oposición.

Lo impactante de esta construcción es que ha sido desde la elección de la antipolítica como lenguaje discursivo.
Si el FpV ha elegido siempre el fuerte lenguaje de la política para defender sus puntos de vista, intervenciones y decisiones , el PRO no ha hecho más que oponerle  el discurso de la antipolítica, de plantear el discurso político como de enfrentamiento sin búsqueda de consenso ( no de acuerdo).

La grieta expresa al discurso militante frente a las "ondas de amor y paz" del todos juntos.
El lenguaje expresa la lucha y el signo, más que nunca , es el objeto en disputa.






miércoles, 11 de noviembre de 2015

Atilio Borón, la izquierda y el voto en blanco como voto pro imperialismo

Argentina: el voto en blanco es un voto por el imperialismo

(Por Atilio A. Boron) Quisiera decir algunas pocas palabras en torno al debate suscitado acerca de la conducta que la izquierda debe seguir ante el balotaje del 22-N. Los sectores identificados con las distintas variantes del trotskismo y algunos independientes se han manifestado de forma rotunda a favor del voto en blanco. Otros, que militamos en el amplio y heterogéneo campo de la izquierda, pensamos que en esta coyuntura concreta -alejada del terreno más confortable e indoloro de los discursos y los papers académicos-  el voto por Scioli es, desafortunadamente, el único instrumento con que contamos para impedir un resultado que sería catastrófico para nuestro país, para las perspectivas de la izquierda en la Argentina y para la continuidad de las luchas antiimperialistas en América Latina. Sería bueno que hubiese otro instrumento político para detener a Macri, pero no lo hay. El voto en blanco ciertamente no lo es.
Quienes postulan el “votoblanquismo” señalan que en el balotaje del 22-N se enfrentan dos candidatos de la burguesía que se mueven en la cancha de la derecha, como correctamente señala Eduardo Grüner en su respuesta a la intervención de Mabel Thwaites Rey que disparara este debate. Es cierto, pero eso no quita que aún así esa caracterización general sea de nula utilidad a la hora de hacer política. Porque, ¿no eran acaso políticos burgueses Raúl Alfonsín, Ítalo Luder y Herminio Iglesias? ¿Cómo ignorar las diferencias que existían entre ellos? Tomemos un ejemplo. En un caso, juicio y castigo a las Juntas Militares, con todas sus idas y venidas, y con las contradicciones propias de la política pequeño burguesa del partido Radical; en el otro, autoamnistía de los militares genocidas ratificada por ley del Congreso y desenfreno macarthista a cargo de Herminio y sus patotas, continuando con la siniestra obra de la Triple A. Obvio, ni Alfonsín ni Luder aspiraban a construir una sociedad socialista, o siquiera a iniciar una transición hacia el socialismo, como recordaba Salvador Allende. Pero, ¿no eran significativas esas diferencias para la izquierda, pese a que todos eran políticos burgueses? Me parece que sí. Ejemplos de este tipo abundan a lo largo de la historia, y sería un ejercicio ocioso traerlos ahora para ilustrar esta discusión. Perón también era un político burgués, al igual que José P. Tamborini, su contendor en la crucial elección presidencial de 1946. Ambos también se movían en el campo de la derecha, pero a pesar de ello había algunas diferencias, nada menores por cierto, que la historia posterior se encargó de demostrar de modo irrefutable.
En la coyuntura actual el indiscriminado repudio al binomio Macri-Scioli adolece de la misma falta de perspectiva histórica y de rigor analítico. Son, sin duda, dos políticos que juegan en la cancha del capitalismo. Uno, Macri, es un conservador duro y radical; el otro, Scioli, se inscribe en una tradición de conservadorismo popular de viejo arraigo en la Argentina. Macri llega a los umbrales de la Casa Rosada apoyado por una impresionante colección de fuerzas sociales y políticas del establishment capitalista local, sin ninguna organización popular que se haya manifestado en su apoyo. En otras palabras, como indica Gramsci, al identificar la naturaleza de una coalición política es preciso conocer, con la mayor precisión posible, la naturaleza de clase y la organicidad de sus apoyos. A Macri lo respaldan todas las cúpulas empresariales de la Argentina, comenzando por la AEA (Asociación Empresaria Argentina) y siguiendo con casi todas las demás; lo apoyan las capas medias ganadas por un odio visceral hacia todo lo que huela a kirchnerismo, la oligarquía mediática, la Embajada de Estados Unidos y es él quien completa, desde esta parte del continente, el tridente reaccionario cuyas otras dos puntas son nada menos que Álvaro Uribe y José María Aznar. No es casual que su candidatura cuenta con el respaldo de las principales plumas de la derecha latinoamericana:  Mario Vargas Llosa, Carlos A. Montaner, Andrés Oppenheimer, Enrique Krauze y todo el mandarinato imperial. ¿Y Scioli? Su candidatura ha sido respaldada por los sectores empresariales menos concentrados, las pymes, sectores medios vagamente identificados con el “progresismo”, una multiplicidad de organizaciones y movimientos sociales –inconexos y heterogénos pero aún así arraigadas en el suelo popular- y estos apoyos hacen que suscite una cierta desconfianza de los poderes mediáticos y el bloque capitalista dominante porque es obvio que no podrá gobernar sin atender a los reclamos de su base social. Un dato que puede parecer una pequeña nota de color pero que no lo es: poco después de las PASO Scioli viaja a Cuba y se reúne durante cuatro horas y media con Raúl Castro; Macri, en cambio, llama por teléfono al Embajador de Estados Unidos, en línea con lo que Wikileaks demostrara que tantas veces hiciera en el pasado. Dirán los “votoblanquistas” que estas son meras anécdotas, pero se equivocan. Remiten a algo más de fondo. Sólo que hay que saber mirar.
De lo anterior se desprende que la consigna del voto en blanco es una forma de eludir las responsabilidades políticas de la izquierda en la hora actual. Cualquiera de los proponentes de esta opción sabe muy bien que con Macri lo que se viene es una política de ajuste y de violenta represión del movimiento popular (los incidentes del Borda o el violento desalojo del Parque Indoamericano son botones de muestra de ello), mientras que Scioli muy probablemente seguirá con la política kirchnerista de no reprimir la protesta social.  Y no me parece que para cualquier militante de izquierda esta sea una diferencia insignificante. Por otra parte, podría entenderse la razonabilidad de la consigna “votoblanquista” si, como ocurría con los radicales de finales del siglo diecinueve, cuando se rebelaban contra el fraude y proponían la abstención revolucionaria no votaban pero se alzaban en armas y seguían una estrategia insurreccional, como ocurriera en 1890, 1893 y 1905. O como hicieran los peronistas durante los años en que su partido fue proscripto, que propiciaban el voto en blanco pero en el marco de una estrategia que contemplaba múltiples formas de acción directa, desde sabotajes hasta atentados de diverso tipo. Los “votoblanquistas” de hoy, en cambio, no proponen otra cosa que el burgués repliegue hacia su intimidad y dejar que el resto de la ciudadanía resuelva el dilema político que nos hereda doce años de kirchnerismo. La consigna del voto en blanco es estéril, porque no va acompañada por alguna acción de masas de repudio a la trampa de Macri-Scioli: no hay convocatoria a ocupar fábricas, a cortar rutas, invadir campos, organizar acampes, bloquear puertos o algo por el estilo. Esto es política burguesa en toda su expresión: no me gusta, no me convence, no elijo nada, me retiro y luego veré que hacer. Me retiro del juego institucional y tampoco tengo una estrategia insurreccional de masas: es decir, nada de nada.
            ¿Será  posible construir una opción de izquierda a partir de esa actitud? ¡No, de ninguna manera! Entre otras cosas porque habría que discutir las razones por las cuales luego de más de treinta años de democracia burguesa las izquierdas no hemos todavía sido capaces de construir una sólida alternativa electoral.  ¿Cómo es posible que aún hoy estemos penando para superar el 2 o el 3 % de la votación nacional? ¿Por qué el Frente Amplio pudo llegar a la presidencia en el Uruguay, igual que el PT en Brasil, el MAS en Bolivia, el FMLN en El Salvador, mientras que en la Argentina nos debatimos todavía en la lucha para superar un dígito?  Aquí no hubo un Plan Jakarta, como el que en Indonesia exterminó en pocos meses a más de medio millón de comunistas; ni un baño de sangre         -hablamos siempre desde la reinstauración de la democracia burguesa en 1983, no antes- o una feroz persecución a la izquierda como la que todavía hoy martiriza a Colombia. Es cierto que el peronismo, en todas sus variantes, incluido el kirchnerismo, siempre trató de impedir el crecimiento de la izquierda, o en el mejor de los casos, acotarlo dentro de límites muy precisos. Pero no hubo en la Argentina posterior a 1983 nada similar a lo de Indonesia o Colombia.  Y sin embargo,  producto de nuestro sectarismo, nuestro ingenuo hegemonismo, de estériles personalismos y falta de unidad no tenemos gravitación en las grandes coyunturas en las que se define el destino de la nación. Creo que ha llegado el momento de avanzar en esa dirección y refundar una izquierda seria y plural, inmunizada contra el facilismo consignista que constantemente anuncia la inminencia de una revolución que nunca llega, con vocación de poder y voluntad de ser protagonista y no víctima de nuestra historia. Claro que si llegara a ganar Macri todo esto sería muchísimo más difícil de llevar a la práctica.
Una última reflexión, que no puedo acallar: estoy asombrado al comprobar como lúcidos pensadores del marxismo “votoblanquista” elaboran sesudos argumentos sin jamás haber pronunciado la palabra “imperialismo”.  Se habla de una elección crucial no sólo para la Argentina sino para toda América Latina y la palabrita no aparece. Tampoco se habla de Raúl, de Fidel, de Chávez, de Maduro, de Evo, de Correa, de Sánchez Cerén, de Daniel Ortega. No se habla de las ochenta bases militares que Estados Unidos tiene en la región o de la ofensiva restauradora lanzada por Washington para retrotraer la situación sociopolítica de América Latina al punto que se encontraba el 31 de Diciembre de 1958, en vísperas de la Revolución Cubana. ¿Qué clase de análisis de coyuntura es este que prescinde por completo de la dimensión internacional y que ignora olímpicamente al imperialismo? Todo parecería ser un ejercicio puramente académico, descomprometido de las urgencias reales del momento actual y por completo ajeno a lo que en el marxismo se entiende por análisis de la coyuntura. En cambio, la importancia continental de la elección de Macri no pasó desapercibida para un agudo observador de la política latinoamericana, y protagonista también de ella, como el ex presidente brasileño Fernando H. Cardoso, un ex marxista que se olvidó de muchas cosas menos de lo que significa el papel del imperialismo y la correlación internacional de fuerzas. En una esclarecedora entrevista que le concediera al diario La Nación (Buenos Aires) el domingo 1° de Noviembre, decía que una derrota del kirchnerismo en la Argentina facilitaría la resolución de la crisis en Brasil; es decir, pavimentaría el camino para la destitución de Dilma Rousseff. Agregaba, además,  que “si una victoria de la oposición en la Argentina repercutiera además en las elecciones legislativas de Venezuela (el 6 de diciembre), sería una maravilla. Porque en Venezuela tampoco se puede seguir así" Precisamente, de lo que se trata es de evitar tan “maravilloso” resultado y para eso hay que impedir la victoria de Macri, apelando al único instrumento disponible para ello: el voto a Scioli. Sería mejor disponer de otro, pero es lo único que hay. Y votar en blanco contribuiría a lograr el “maravilloso” efecto anhelado por Cardoso.

La  existencia de una izquierda indiferente ante la presencia del imperialismo en la vida de nuestros pueblos es uno de los rasgos más asombrosos y deprimentes de la escena nacional. Esa izquierda debería tomar nota de lo que dice el ex presidente brasileño para caer en la cuenta del significado que tendría el triunfo de Macri el 22-N, mismo que trasciende con creces los límites de la política nacional. La propuesta del “votoblanquismo” revela una perniciosa mezcla de dogmatismo y de provincialismo que explica, al menos en parte, la crónica irrelevancia de la izquierda.  Esto no es nuevo: el trotskismo, en todas sus variantes, siempre manifestó un profundo rechazo hacia las “revoluciones realmente existentes”. Nunca aceptó a la Revolución Cubana y experiencias como las del chavismo, la boliviana o la ecuatoriana han sido permanente objeto de sus enojosas diatribas, sólo comparables a las que disparan los agentes de la derecha. Cultivan la malsana ficción de una revolución que sólo existe en su imaginación; una revolución tan clara y límpida, y ausente de toda contradicción, que más que un tumultuoso proceso histórico se parece a un teorema de la trigonometría. Por eso son implacables críticos de la Revolución Rusa, la China, la Vietnamita, la sandinista, aparte de las arriba mencionadas.  Su concepción de la revolución no es dialéctica ni histórica sino mecánica: la revolución es un acto, un acontecimiento, cuando en realidad es un proceso. Es el desenvolvimiento de la lucha de clases, en un trayecto erizado de violencia y signado por momentos de auge y estancamiento, de  avances y retrocesos. Celebran como una hazaña de la clase obrera la conquista de un centro de estudiantes y vomitan su odio contra las “revoluciones realmente existentes”, siempre procesos contradictorios, conflictivos y, según esta visión, invariablemente traicionados por sus líderes. Esta incomprensión, de la que jamás adoleció Trotsky, los convierte–y a pesar de sus protestas- en aliados del imperio, en su desesperado afán por acabar con gobiernos que Washington considera objetivamente antiimperialistas pero que nuestros “votoblanquistas” vituperan como una muestra de la traición a los ideales del socialismo. Y para el imperialismo y sus secuaces, para Álvaro Uribe –el gran socio de Macri- la victoria del PRO y Cambiemos significará un golpe durísimo, tal vez fatal, a los procesos emancipatorios en curso en la región. Debilitará a la UNASUR (que frustró dos golpes de Estado contra Evo y Correa) y la CELAC; hará del Mercosur un apéndice de los TLC y del Tratado TransPacífico;  incorporará a la Argentina a la Alianza del Pacífico (nuevo nombre del ALCA); congelará (o tal vez romperá) relaciones con Venezuela, Cuba, Bolivia y Ecuador y, de acuerdo con Washington, apoyará a los grupos que pugnan por derribar a esos gobiernos;  y tratará de que la Argentina, como hizo recientemente Colombia, reingrese a la OTAN. Esto no es una suposición, no es algo que Macri podría eventualmente llegar a hacer sino un resumen de las declaraciones en las que anunció cuáles serían las líneas directrices de su política exterior. Aún cuando Scioli quisiera seguir por ese mismo camino, las fuerzas políticas y sociales que lo apoyan plantearían enormes obstáculos a su accionar, y no sólo en el terreno internacional sino también en la política económica. ¿Cómo puede un sector de la izquierda argentina ser indiferente ante esta fenomenal regresión política que el triunfo de Macri produciría en el tablero de la política internacional? ¿Qué quedó del internacionalismo proletario y de la solidaridad con la luchas de los pueblos hermanos? ¿Cómo se puede predicar la abstención o el voto en blanco frente a una situación como la que hemos descripto? Francamente, no lo entiendo. Ojalá que estas líneas sirvan para llamar a la reflexión a los compañeros que proponen el voto en blanco y a caer en la cuenta de todo lo que está en juego el 22-N, que trasciende de lejos la política nacional. Por eso ratificamos la validez del título de esta nota: votar en blanco es votar en línea con las políticas del imperialismo; es votar por el imperialismo y nadie en la izquierda puede actuar de esa manera.

miércoles, 4 de noviembre de 2015

Opción o elección, hablamos de balotaje

¿Blanco, Pichichi o Globos ?

El balotaje es una novedad que impacta en nuestra forma de entender el acto eleccionario.

En el cuarto oscuro, nadie decide , de un amplio abanico de posibilidades , una combinación que represente su forma de concebir la realidad social y los futuros posibles.
No elejimos, optamos.
Es una opción cerrada entre tres alternativas.
La primera es decidir si uno se hace cargo o no de lo que ocurre en nuestra historia. Votar en blanco es no querer ser parte del problema. El resultado de lo que ocurra es producido por otros.
El futuro de resignación o resistencia es autoimpuesto ya que el otro decide por nosotros. Sólo tenemos la conciencia tranquila de que nosotros no fuimos. No nos ensuciamos, no nos quemamos.

La otra opción es entre lo que uno acuerda o lo que parece lo menos malo, como estrategia defensiva donde se piensa en que escenario se va a resistir.
Para eso hay que mirar los antecedentes.
Lo que se hizo y todo lo que falta , para saber desde donde pararse para reclamar.



lunes, 2 de noviembre de 2015

No es miedo, es Macri

"¿ Qué es esto de Universidades por todos lados?"

La izquierda anda diciendo

Me llegó esto por cadena de correos. Votar a Scioli convencidos de que es la mejor estrategia de autodefensa.


Frente al Balotaje
No hay lugar a duda: el 22 votamos contra Macri
Nuestro país se encuentra ante una coyuntura que implicará cambios importantes. Ésta no es una elección más. El 22 de noviembre se definirá si la derecha más rancia accede al gobierno nacional por medios electorales. Algo inédito. Por primera vez un partido de derecha, con una base de masas y con un programa de derecha, sin ocultamientos ni engaños, tiene amplias posibilidades de llegar a la presidencia. Esta derecha arrastró además a otras expresiones de signo similar, inclusive a corrientes de opinión de centro, cerrando detrás de Mauricio Macri y superando la dispersión que caracterizó a la oposición sistémica en los últimos años.
Desde nuestra perspectiva, el kirchnerismo expresó una etapa progresista del neoliberalismo. Qué significa esto: que hubo cambios en los planos cultural, político y económico, pero que éstos no alcanzaron o no quisieron romper con las estructuras de la dependencia; sólo colocaron al límite de sus posibilidades al sistema en muchos aspectos. Eso fue el “modelo K”.
Lo que se pone en debate en la próxima elección no son entonces dos proyectos antagónicos de país, ni una ruptura con las estructuras hegemónicas neoliberales, sino los aspectos progresistas o nacionales del modelo.
Macri expresa el inicio de una fase reaccionaria que profundizará al extremo las continuidades con la década del 90, y eliminará los cambios y las limitaciones al capital; las políticas de autonomía respecto del imperialismo norteamericano y las conquistas democráticas logradas en estos 10 años (ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, ley de Matrimonio Igualitario, paritarias libres, juicios por la memoria, políticas culturales incluyentes y progresistas, asignación universal por hijo, etc.).
Macri significa a nivel regional alinearse con el eje del Pacífico, abandonando las políticas de integración latinoamericana. Significa llevar a nuestro país al lugar de furgón de cola de las políticas reaccionarias en el mundo, junto a los EEUU, Inglaterra e Israel. Significa abandonar hasta en la retórica la causa de Malvinas.
Quienes suscribimos esta posición no acompañamos al kirchnerismo; luchamos contra la matriz extractivista y salimos a la calle junto con el sindicalismo combativo; aunque no dejamos de reconocer cuando hubo políticas que implicaron avances para el pueblo en su conjunto. Las limitaciones que se puedan aducir contra estas políticas no inhabilitan el hecho de que significaron pasos positivos, y que sobre éstos es que peleamos por llevarlos a fondo.
Creemos que nuestra patria necesita un cambio de estructuras que nos coloque en la senda de la liberación nacional, y que promueva la existencia de una organización de la clase trabajadora capaz de garantizarla. El kirchnerismo no fue esto, y menos lo será Daniel Scioli, cuya candidatura señala un giro conservador y su eventual presidencia estará condicionada por derecha.
Pero de ninguna manera podemos simplificar la realidad argumentando que ambos candidatos expresan y contienen las mismas ideas, políticas y escenarios. No es lo mismo para el país y para el pueblo que las conquistas alcanzadas se mantengan que la certeza de su retroceso. No podemos ser ajenos a lo que será un cambio reaccionario, que nos alejará aún más de los objetivos de liberación nacional y social, que nos hará más dependientes e injustos como sociedad y que contará con un consenso importante para hacerlo.
El futuro augura mucha lucha para defender lo conquistado por el movimiento popular, y en esta trinchera nos encontraremos. Votamos a Scioli convencidos, no porque suscribamos su programa, no porque tengamos confianza. Votamos a Scioli por autodefensa.
Porque creemos que las condiciones de su gobierno serán más propicias que las de un gobierno macrista para la lucha y la organización popular. Porque queremos a nuestro país y no queremos ver sufrir más profundamente a nuestro pueblo. 
Llamamos a todos los compañeros y compañeras a acompañar esta posición: el 22 de noviembre, contra Macri.
Por eso votamos a Scioli.
ENCUENTRO ANTIIMPERIALISTA

lunes, 26 de octubre de 2015

BALOTAJE

La realidad es que la sociedad decide.

La encrucijada a la que se enfrenta el país , según mi visión personal, es la de volver al modelo de los 90 o tratar de seguir un camino distinto.

No se ha logrado tener un candidato que represente mejor una continuidad con el programa político , o ese programa no es el proyecto de nuestros vecinos.

La discusión que propone sobre la mesa el núcleo kirchnerista no es en vano ni banal, la mera tensión entre proyectos de país  e imaginarios está expresada en la paridad que muestra el balotaje.

No hay una corriente mayoritaria de opinión, sólo hubo un liderazgo que suturaba todos los clivajes. Cuando ese liderazgo desaparece en el horizonte electoral, aparece la tensión y la disputa.
El dato duro es que un 30% del electorado no tiene una posición clara y navega entre propuestas políticas de derecha discursiva dura, o de posición ambigua , o numericamente débiles.
Desde el massista al adolfismo , pasando por el progresismo stolbicerista y la lectura anti sistema del troskismo.

Ese 30% es el que decidirá el rumbo que tomaremos.




viernes, 23 de octubre de 2015

Uh, no nos dió, man !

La expresión del Maurizio ,que es Macri + Blanco Villegas ,demuestra lo profundo del pensamiento político de ese sector.
No nos dió para hacer el esfuerzo suficiente de ocuparnos de otros.
No nos dió para disputar  o discutir .
No nos dió para oponernos en el terreno de otro.

No les dió para distribuir boletas en el territorio de la provincia de Bs AS, de acuerdo a Página 12, en La Matanza de 2000 mesas no llegan a abastecer a 200.

Si les va a dar para instalar en los medios y vía judicial las denuncias por " fraude " que se vienen.
Acostumbrados a dirigir en la gerencia los destinos de todos, bajar al terreno les resulta siempre lo difícil

domingo, 18 de octubre de 2015

Ir por todo


El rugby es un deporte colectivo, donde el conocimiento de la técnica , la disciplina , el pensamiento estratégico y el entrenamiento de las diferentes capacidades individuales son las acciones que permiten ir por los títulos.

Jugadores sueltos , liberados a sus capacidades individuales no ganan nada.
Lectura política de un domingo de sol ?

Claro, botija.

sábado, 17 de octubre de 2015

¿Que hacemos nosotros los progres un 17 de Octubre?


Leemos a Gerardo , acá, cuando cuenta que hace un progre en esta fecha histórica.
Este buen texto de Gerardo, como nos tiene acostumbrados, despliega en mi una pregunta adicional. Interpela, en esa palabrita tan cómoda que nos gusta a los de la academia.
Me reconozco en la misma extrañeza de la pregunta , pero agrego , ¿ que hace un uruguayo, crecido en la lógica del PC (uruguayo) y que , llegado a la Argentina en el 75 en su adolescencia tiene que aprender a conocer una cultura ajena; aprendizaje que va más allá de historia y geografía necesarias para revalidar parte de la educación secundaria y seguir estudiando ?

¿Que hace un inmigrante, que culturalmente no puede "ser" peronista?

La categoría "ser" refiere acá a corrientes culturales e históricas que siempre nos serán una otredad, que siempre serán agregadas pero no parte del patrimonio personal. No son nuestra lengua materna.
Aunque poco me importa el futbol, soy hincha de Peñarol - y aunque  sea un contrasentido siempre miré a River con simpatía- pero no soy hincha de un club argento.
Sin embargo, luego de 40 años de vivir, sufrir, disfrutar, crecer y proyectarme en este país que ha recibido siempre a los inmigrantes, me reconozco en muchas de las mismas preguntas que formula Gerardo, realizadas desde un "adentro" al que no pertenezco.

Entender el peronismo es quizá una pretensión intelectual. Vivir con él es aprender una forma diferente de disputa. Magmática, diría el amigo Baleno, en honor a Castoriadis supongo ( nunca se lo pregunté).

Curiosamente debo al peronismo , en su versión kirchnerista , el haber generado las condiciones históricas que me permitieron en 2006 retomar la universidad eligiendo una carrera que estoy a punto de terminar este año, que me obligó a estudiar en forma universitaria parte de las cosas que lo explican, debo a la militancia con compañeros peronistas el haber entrado a trabajar en el INVAP para hacer tecnología y comunicación para tod@s, recuperando ciudadanía.

Es en mis cuarenta años de fábricas en el Gran Buenos Aires donde nació mi pregunta.

La aventura ha sido la búsqueda de la respuesta.
Salú , compañeros.

viernes, 16 de octubre de 2015

Aniversarios de octubre

Hoy cumple un año de servicio el ARSAT 1, mientras que hace dos días el ARSAT 2 entró en órbita geoestacionaria.
Por supuesto, no fué magia.

domingo, 11 de octubre de 2015

Andanzas ( II) de un economista yorugua en Argentina.

Lo tuve de docente al negro Barrios hace unos años en Economía en Sociales. Sus clases son así de picantes y provocadoras.
Es andanzas II porque no había cargado bien el video.

jueves, 1 de octubre de 2015

Vivo y volando


A las 18.19.03 de ayer , uno de mis compañeros de gestión, con un amigo en Arsat- Benavidez, pegó el grito.
Ahí abrimos el champagne en una de las oficinas del edificio que INVAP ocupa en el microcentro porteño, donde los del área Buenos Aires de control patrimonial, finanzas, compras , contaduría , los "blandos" de una empresa " dura" ; hacemos nuestra actividad silenciosa.
Vivo y volando significa un proyecto que suma conocimientos y esfuerzo en procura del desarrollo y la soberanía científico -técnica en todos sus aspectos.

Mientras tanto, en Buenos Aires, el jefe de gobierno presenta en su declaración jurada patrimonial que le "prestó" dos millones de dólares a su mejor amigo, el principal contratista de obra pública de la ciudad.

Salú, botija.....

miércoles, 16 de septiembre de 2015

Manifiesto del Encuentro, una forma de intervención


El 1 de septiembre me invitaron a acercarme al Ministerio de Educación , donde en el espacio "Otra Televisión es posible" los trabajadores del canal Encuentro y Pakapaka presentaban su código de autorregulación como el Manifiesto.

Confieso me resultó atrayente lo del Manifiesto.
Es una palabra que circula en los bordes del sentido.Dice de lo que está dicho o lo que se publica, expone un contenido y es una declaración.
Por supuesto el más famoso de los Manifiestos es al que remite desde la política, pero también es , en el arte , una declaración de intención, un discurso de arte con una circulación política, es "literatura de combate " dice Carlos Mangone en un viejo texto de los años 90.
Desde lo político , me impactó que como corolario de una década de intervención cultural a partir de la señal Encuentro, sus trabajadores optaran por una presentación que "planta bandera"  y propone un lugar desde donde verse, justificar la práctica actual y proponer ejes de una intervención futura antes que una presentación convencional que refiriera a las "buenas prácticas " esperables de un colectivo de empleados públicos dedicados a la cultura como espacio de acción y responsabilidad.
Sus 20 puntos recorren realidades y reconocen problemas, desde su área de pertenencia del Estado hasta las diferentes culturas nacionales ( " un pueblo múltiple y diverso siempre en transformación ", desde la complejidad de la industria cultural ( audiovisual en este caso que implica enormes y costosos recursos técnicos) hasta la experimentación estética, pasando por los derechos del niño y las personas con capacidades diferentes.

El canal Encuentro , que comenzó siendo una señal sólo para los abonados al cable es hoy uno de los actores que proponen una apropiación social diferente a partir de la señal de la Televisón Publica y el sistema de la TDA ( Televisión Digital Abierta ), desplegada por el INVAP para ArSat, Argentina Satelital, la empresa estatal de telecomunicaciones.
Cierra así un circulo potente donde la decisión política de un Estado que genera las condiciones científicas y técnicas que posibilitan soluciones estructurales para la circulación de contenidos por un lado y que actúa proponiendo y conduciendo la producción de contenidos por el otro, define un modelo inclusivo que recupera ciudadanía.

De eso se trata.

martes, 18 de agosto de 2015

Satélites, Polímeros y políticas públicas


Mientras el Antonov carga el ARSAT 2 , YPF compra el 50 % de Petroken y el 46 % de Petrocuyo, interviniendo de ese modo en la cadena de valor de los polímeros ( PP , PE, PET ) que intervienen en la producción de los envases del mayor conglomerado de alimentos ( fideos, azúcar, leche , gaseosa, caramelos, galletitas ) que consume la población.

Mientras tanto, en Grecia , la troika de la UE controlará hasta el clima de negocios, como cuenta el amigo Baleno.

Decime, botija, de que lado te parás ?

sábado, 8 de agosto de 2015

Lord Kitchener


Aunque hace seis años volví a vivir en la Capital, he vivido y trabajado en el GBA durante treinta años.

Lord Kitchener

jueves, 30 de julio de 2015

Vacunas y Televisión Digital. Estado y Políticas Públicas

¿En que se parece una antena transmisora de Televisión Digital a un plan de vacunas?

Adivine lector.

Un ministro de salud se reúne con los médicos que practican la medicina ayurvédica y firman un acuerdo tendiente a romper el mito de que la medicina tradicional de la India es reacia a la vacunación , dice ésta noticia.

La salud es un derecho, y es responsabilidad del Estado garantizarlo, por medio de política pública, por ejemplo firmando un convenio que ayuda a acercar este derecho a sectores que buscan este tipo de práctica médica, que , convengamos , no es mayoría en nuestro país.

La comunicación y el  acceso a la información también es otro derecho que el Estado garantiza por medio de política pública. Canalizando el poder de compra y planificación que tiene el Estado , puede hacer llegar este beneficio a sectores minoritarios perdidos en la inmensa geografía de nuestro país como la antena en Caleta Olivia que se muestra en la foto.

Sin embargo , no me detengo sólo en esa semejanza.
Tanto la vacuna , desde su diseño hasta su distribución , como la Televisión Digital, desde su concepción hasta su instalación y despliegue se parecen entre sí a que son una forma de la técnica que aparece siempre invisible a la sociedad.

Recordaba Heidegger que techné en griego es develar lo oculto.
Hoy la técnica moderna se ha ocultado en una naturalización que nuestra sociedad da por sentada, asumiendo que las vacunas " se fabrican " y la televisión " se enciende" sin preguntarnos nosotros acerca de cómo fabricamos las vacunas, o quien se enriquece vendiéndolas y que pensamos hacer si seguimos consumiendo cobre para los cables que conducen la electricidad y se agota.

Esta pregunta no es retórica.
Es la misma que asume como posición que la economía es política , a pesar de que Broda diga que eso es pensamiento marxista, asumiendo que marxismo es mala palabra,en un pensamiento típico de los tiranosaurios.
El pensamiento técnico también es político.
Tenemos que discutir quien diseña las vacunas, cómo se fabrican y que pensamos hacer con la explotación del litio.

Para eso necesitamos un espacio democrático que la PROpolítica combate.




jueves, 9 de julio de 2015

¿Blanco o Rulos?



¿Que hacer en las próximas elecciones ? Votar a Larreta con rulos ( Anibal dixit) o en blanco ?
Personalmente yo votaré en blanco.
Mis razones para esto son sencillas.
Vivimos inmersos en la cultura populista, mal que le pese a las derechas de pensamiento  más cerrado o a las izquierdas fundamentalistas.
Razón número uno, Macri es incapaz de articular un discurso atractivo a los oídos populistas. Convengamos que casi es incapaz de articular discurso alguno. 
Razón número dos, la diferencia que ya sacó Larreta sobre su alter ego piloso ,con sólo  repetirse , garantiza su (i)rresistible ascención al poder. Y si, mis amigos Brecht ya problematizaba estos cruces de poder , política,  y corrupción.
Razón número tres, por la razón dos , ya nada hay que podamos hacer salvo marcar que quizá un tercio del vecino porteño -cabano ahora- esté en contra de la opción propuesta. No se lima el poder de Larreta o de Macri inflando un globo que no tiene poder propio. 
Razón número cuatro, si nuestra posición política ha sido caracterizar a Lousteau como la otra cara de Larreta, mal podemos optar por ninguna de las dos alternativas sin renunciar a nuestras convicciones.
Razón número cinco, nosotros debemos empoderarnos, dice la líder populista de nuestro Frente. En ese empoderamiento está el hacerse cargo de los errores propios, de las convicciones y , fundamentalmente de que nosotros somos, en el cada uno y en lo cotidiano, la garantía de mejorar nuestro propio desempeño.

Sin caer en los principismos fundamentalistas que sólo sobreviven en la cultura del tupper, lo que debemos hacer es reagruparnos , discutir al interior acerca de los errores propios y tomar como desafío real la disputa por el poder en la Ciudad de Buenos Aires, disputa que hasta ahora no fué una tarea central de nuestro espacio.


domingo, 5 de julio de 2015

En Syntagma Podemos ser populistas


Hoy hemos tenido una elección en Grecia que plantea un llamado de atención sobre la forma en que los pueblos intentan reconocerse a sí mismos.
Las tensiones que se esconden en las posiciones enfrentadas en el interior del pueblo griego, así como las que evidencian los resultados de las últimas elecciones españolas y las que muestran los resultados de las elecciones que se realizaron hoy en la Argentina en distintos , pero importantes distritos, nos muestran una disputa de modelos de comprensión de una sociedad.
La disputa no es sólo por la distribución de los bienes materiales, aunque no es la menos importante.
La circulación y negociación de los símbolos sobre como se construye la mirada sobre el otro, el viejo, el pobre , el niño , el inmigrante o la mujer está puesta en el tapete en cuanto al poder de los medios concentrados como actor que intenta ser el único capaz de reflejar lo que produce el "sentido común " de " la gente".
Estos medios muestran como un espanto social una manifestación de una minoría a la que le interesa estudiar el sexo como lugar de expresión y de poder llevando a cabo una performance arriesgada ( e incluso desagradable, por qué no ) en la facultad de Ciencias Sociales, pero no se preguntan por la exhibición de lo mismo en un show masivo de televisión como el de Tinelli .
Esta falta de cuestionamiento nos ejemplifica que ese sentido común no es lo que nos dicen que es.
Por supuesto no es una novedad.
La pregunta que me hago es si estos gestos sociales , como el OXI griego quedarán sólo en gestos o serán capaces de producir nuevas intervenciones políticas propuestas por las distintas minorías que como actores sociales son englobadas en " La gente".
Todos los gestos sirven para algo.



miércoles, 4 de marzo de 2015

La insoportable levedad del juez

-¿ Yo señor ?
- Sí señor.
- No señor.

La cara del Supremo Lorenzetti era impagable y el hábil director de cámaras lo poncheó sin misericordia ( no es neutral, hay que decirlo).
Parece que algunos jueces están interesados en actuar en política , haciendo política judicial, pero el problema es que no tienen el entrenamiento de la Asamblea, la reunión en comisión , el debate y las cámaras de los medios. Todos saben manejar la expresión  y están entrenados a poner mejor cara a las piñas, como le pasó a Kunkel que se comió el piñón de la Camaño frente a cámaras.
Es parte del juego.

Lorenzetti no pudo y la cara lo vendió mientras el primer plano lo buscaba.

En el silencio de bombos tan bien descrito por Horacio Gonzáles, la palabra de CFK sonaba como cañonazo mientras el Supremo ponía cara de yo no fuí.
Pero la historia hubiera terminado acá si no hubiera cometido la torpeza política de decir que la causa Embajada era " cosa juzgada" y obligado a la Corte Suprema a caer en el ridículo de tener que enmendarle la plana al presidente de la Corte Suprema, via comunicado por secretaría.

La comunicación es un complejo fenómeno social multidimensional que algunos caracterizan como una secuencia de producción, negociación e intercambio de formas simbólicas entre individuos y actores sociales . En este juego, ha sido una constante últimamente que los medios concentrados ataquen políticamente y se defiendan acusando a la  respuesta como "ataque a la libertad de prensa", como decía Jaroslavsky. También el Poder Judicial , o Partido ( ?) donde anida el sector de la derecha enquistada como guardián del poder ataca políticamente y se defiende con el escudo de la " intromisión" del Ejecutivo.
Pero la cara de incomodidad lo vendió al que funge de "estadista"   y su posterior derrape lo ubica de un cachetazo en la mediocridad de una alto porcentaje de los abogados que se desempeñan en el fuero.



domingo, 22 de febrero de 2015

18 F ,ciencia, tecnología y disputa por el sentido





Federico Bernal es Bioqúimico y Biotecnólogo de la Universidad de Buenos Aires, especializado en Microbiología Industrial. Director General del Obervatorio de la Energía, Tecnología e Infaestructura para el Desarrollo ( OETEC) además de asesor en políticas energéticas del Senado de la Provincia de Buenos Aires y ex investigador del CONICET.




Verbistky es Verbitsky .

María O'Donnell es hija del gran Guillermo al que todo estudiante de Sociales ha leído hasta el cansancio, hermana de Santiago Wikileaks y sobrina de Pacho.

Acontecimientos simultáneos que ponen un ejemplo de disputas sobre proyectos de país y sobre quienes conducen esos proyectos.Oposición política disfrazada de la eterna disputa sarmientina Civilización o Barbarie desplegada por los defensores del Estado Burocrático Autoritario ( EBA) , modelo propuesto por el papá de la entrevistadora para describir la tensión que aparece cuando la acumulación de capital obtenido por las empresas y la clase alta se reduce por los beneficios obtenidos por clases trabajadoras y medias.

Reducción que es percibida como amenaza y que, sostiene Guillermo O'Donnell en su ya canónico texto,permite la aparición de la idea de que " hay que ponerlos en su lugar".

martes, 10 de febrero de 2015

Fiscales, los nuevos jinetes del apocalipsis

Cinco fiscales hacen  política.
Como corolario de años de juridización de la política, de circulación del "denuncismo" por falta de argumentación, llegamos , entre tantas cosas , a la politización del efectivizar justicia.
Irónicamente, cinco individuos sospechados de ineficacia parcial o de mal desempeño o de todo al mismo tiempo, ponen en evidencia que los años transcurridos desde 1983 cuando trabajosamente reconquistamos los procesos demoráticos y los años pasados desde la crisis del 2001 , años que sacudieron a la sociedad y a las dirigencias políticas en particular, no han hecho mella en el corazón duro de la resistencia del poder, que es el lugar desde donde se administra la justicia.

Nadie votó a los fiscales.
Nadie elige a los jueces.
Ninguna autoridad judicial se expone al escrutinio público.
Todos son parte de un sistema atravesado por el nepotismo y la opacidad y atacan ferozmente cualquier intento , externo desde el poder político o interno desde otros colegas, de modificar el statu quo.
Parecen demiurgos que interpretan las leyes como si fueran algo divino y no una construcción social.
Pero ahora hacen política. ¿En nombre de quién? ¿ A quién representan?

Arrogarse el rol de "salvaguardia de la república"  tiene como efecto recordar el discurso militar que se arrojaba la responsabilidad última de defensa de lo nacional. Y con eso justificaban sacar los tanques a la calle. Es un triste papel el que hacen estos jinetes desangelados , secundados por una oposición que carece del coraje político y personal que tenían un Palacios , o un Sammartino en el 44 o un Zamora más acá que aumentaban la calidad de la democracia dando la discusión política en minoría .

A 32 años del inicio de esta etapa democrática, es hora de pensar, debatir , discutir, que queremos tener como Poder Judicial.