jueves, 10 de diciembre de 2015

Plazas y Choris



Esta vez , la única vez en una década , rompí mi conducta y comí un chori, el más grande que pude encontrar.

Simplemente, porque a pesar de la tristeza de haber perdido ( producto de muchas cosas que se discutirán) recordé que mi memoria física de resistir al neoliberalismo, individualmente o en forma de pequeños grupos , se transforma en una posibilidad de enfrentarlo en forma colectiva.

No volveremos, estamos acá.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario