lunes, 17 de julio de 2006

MANOS

Me gusta mirar las manos de los que viajan por la ciudad.
Resulta curioso ver como se distribuyen según sea el subte, tren o colectivo.
Las manos de tren no son las mismas manos de subte.
Depende del tren.
Manos de dedos cortos, gruesos, que suelen ir junto a palmas cortas.
Manos curtidas de trabajador, limadas por años de herramientas, intemperie y descuido.
Manos suaves de secretarias, secretas, hurgan en sus bolsos.
Algunas muestran el cansancio de la vejez.
Otras exhiben, impúdicas, la frescura de la juventud.
Anillos, manicuras, uñas rotas
Cada detalle nos dice algo de alguien.
Cuentan los sueños de sus dueños, no cuentan sus deseos.
De todas las manos, recuerdo las tuyas, intensas como tu mirada que quedó para siempre clavada en mi alma.

3 comentarios:

  1. Las manos de mi abuela cuando yo era chica, de dedos gruesos curtidos por el trabajo, siempre pronta a cocinarme "algo rico"
    Las manos de mis hijos cuando eran bebés, ese milagro de miniaturas tan queribles.
    Precioso el post.

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  2. A mi tambien me gustan las manos. Me da un poco de lastima, contudo, mirar las mias que se van poniendo arrugadas, más gruesas con el tiempo. Los cariños no serán tan sutiles como antes. Los sueños tampoco.
    saludos desde Brasil.

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