En esta interesantísima nota , que refiere a una polémica entre Grüner y Feinmann, Atilio Borón hace reflexiones sobre el progresismo, la izquierda , el socialismo y el peronismo actual, el K y el histórico.
Como reflexión se me ocurre que una mirada gramsciana sobre esta realidad política nuestra , argentina y latinoamericana , nos serviría para poder separar lo populista ( Laclau dixit) de las verdaderas acciones que pudieran encaminar la sociedad a una situación más justa.
Últimamente en la comunidad bloggeril que frecuentemente leo , se está dando la discusión sobre si la actual política del gobierno- nuestro, legítimo- es realmente una sucesión de discurso sin contenido de gestión , un pequeño intento de pensar un país futuro, una ineficaz política de redistribución del ingreso que se encara con visión cortoplacista y electoral o todas ellas juntas.
Esa mirada debería ayudarnos a entender que los cambios en los procesos históricos ya no son responsabilidad de una clase o un partido ( populista o de vanguardia), sino una sumatoria de todas las acciones del conjunto de los sectores progresistas , no progre, de la sociedad.
El tema es no abandonar el lugar histórico que cada uno tiene.
la finitud es el plus para la toma de decisiones.
ResponderBorrarcariños