martes, 13 de mayo de 2008

MAYO

Hace cuarenta años, se pensó que pedir lo imposible era ser realista.

Oh Tempora !
Oh Mores!

Lo mejor de todo , para mí, es el recuerdo de las tapas de los diarios, el recuerdo de la efervecencia estudiantil-juvenil. Mi padre trabajaba en la UNdelaR- Universidad de la República, Uruguay- y como buen intelectualoso de los '60 vivió intensamente todo ese proceso. Yo solía pasar muchas horas por ahí por cuestiones de disponibilidad horaria familiar y ese espíritu impactó fuertemente en un niño de ocho años muy curioso.
Chicas y chicos que sentían ( y esa es la clave cultural, me parece) que era posible un mundo diferente .

2 comentarios:

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  2. Hubo sueños y esperanzas en 1968 o no fue todo más que una vana fantasía? ¿O la cruel historia abortó algo nuevo que estaba a punto de nacer? Revolucionarios –anarquistas utópicos, castristas, toda suerte de trotskistas, maoístas de toda laya– quisieron el bosque completo. Los liberales y los socialdemócratas se agarraron a un sólo árbol. El bosque, nos advertían, era una distracción, demasiado vasto e imposible de definir, mientras que un árbol era un trozo de madera que podía ser identificado, mejorado y convertido en una silla o una mesa. Ahora el árbol también se ha ido.

    "Sois como los peces que sólo ven el anzuelo y no el sedal", les respondíamos, burlándonos. Nosotros creíamos -y seguimos creyendo- que la gente no debería ser juzgada por sus posesiones materiales, sino por su habilidad para transformar la vida de otros, la de los pobres y los no privilegiados; que la economía necesitaba ser reorganizada en interés de la mayoría y no de la minoría; y que el socialismo sin democracia nunca funcionaría. Por encima de todo, creíamos en la libertad de expresión.
    Tarik Ali, en el artículo "Mayo del 68: ¿Adónde ha ido a parar toda la rabia?·
    Saludos y sigamos pidiendo lo imposible

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