Sentí tranquilidad.Hace tiempo que no me pasaba que un discurso presidencial no me llamaba a sentir la situación como fundante. Desde la recuperación democrática alfonsinista hasta el sueño frepasista de un país que no podía ser pasando por las pesadillas del menemato. Siempre tenía la sensación de que la siguiente etapa de la historia era un desafío. Esta vez, tengo la certeza de que hay un desafío, pero tengo la tranquilidad de que hay una idea y experiencia para afrontarlo.
Nosotros , los no otros, no estamos solos en la madrugada, porque de a poco nos hemos ido encontrando.Parece que estamos aprendiendo a juntarnos a la luz del mediodía.
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