Nos pasamos los últimos tiempo teorizando y preocupados por las cuestiones económicas, tanto globales como locales, y que si el crecimiento será el año que viene del 4 o el 3 %.
Y las discusiones por las formas de la política, el espacio urbano, la verdadera evolución del costo de vida.
Que Obama.
O si podemos hacer políticas con sectores que llevan a la vieja prepotencia sindical a copar la cancha. O si da asco ver a los riquistas tratar de aliarse con los sectores K.
Que el pragmatismo y Willi Moreno.
Que el costo de vida y la canasta.
Y hace 25 años que el parlamento no toca el tema de la imputabilidad de los menores.
Y la Corte Suprema que abre el campo para que puedan salir todos los demonios.
La clase política sigue mirando pasar la realidad desde la vereda de enfrente, elude un proyecto de realización. Afecta la vida de miles de pibes a los que sólo con leyes no se los ayuda , pero sin leyes es imposible.
Y nosotros no les apretamos las bolas( así, en criollo) a los parlamentarios para que se muevan , creando o mejorando estructuras políticas que nos permitan , además de tratar de avanzar a mediano plazo, dar pequeños pasos reales que mejoren la contingencia diaria de los sectores marginados, o sea los nadies, los que se mueren de hambre o a tiros o drogados, o todo junto.
Bronca, loco. Eso tengo hoy.
aha, adecuar...muy interesante.Qué cosa con qué cosa hay que adecuar? La histeria de los clasemedia con la edad de imputabilidad? Los derechos de los pibes con sus necesidades? Las necesidades con las posibilidades? Comparto su bronca, don Canilla.
ResponderBorrarNo está solo en la bronca Canilla, pasa que es consecuencia de las distintas maneras de concebir y construir la sociedad. Y podemos seguir ahí...
ResponderBorrarSaludos
la bronca hace que luego se despliegue cierta reflexividad; es un buen ejercicio.
ResponderBorrarbeso
Comparto tu bronca, pero creo que esas generaciones de pibitos, ya perdidas, necesitan más que la destreza de los parlamentarios.
ResponderBorrarSe están dando pasos importantes, Canilla.
Los estructurales llevarán tanto tiempo como le lleve a esta sociedad de cuarta entender que la muerte de Ezequiel Demonty merece la misma repulsa que la de Axel Blumberg y que los nenes paquitos son víctimas y no victimarios. Parece sencillo, pero los noticieros y los televidentes de Patinando por un sueño no lo ven así.
Confiemos en los cambios, en la tarea conjunta y en la reflexión colectiva, como dice Despojada.
Quizá salga bien. Los dinosaurios van a desaparecer.