En el caso del PEA , 53 universidades, 24 complejos productivos, 470 escuelas agrotécnicas y técnicos de la Federación Agraria participaron de la redacción de su propuesta. Es un tema complejo desde el punto de vista técnico y al mismo tiempo interesa a toda la sociedad como propuesta de intervención en una de las matrices generadoras de la riqueza de nuestro país. Al mismo tiempo es un tema opaco para el ciudadano de a pié como nosotros, los urbanos. La cuestión de lo agrario no se nos aparece como algo que impacta en forma directa y visible en nuestra vida cotidiana.
La Ley de Medios Audiovisuales fue encarada desde una propuesta y discusión que atravesó distintos colectivos sociales, universidades, grupos de interés, partidos políticos, organizaciones no gubernamentales y mundo empresario. Se la discutió en ámbitos públicos y privados. Los medios intervienen en nuestra cotidianidad. Hace ya casi tres semanas que una situación personalísima y particular como el asesinato de la nena Candela forma parte del discurso y la propuesta informativa de los medios como si fuera un tema que resultara central para las decisiones de la vida cotidiana de sus audiencias.
La falacia del consenso es suponer que es posible encontrar puntos de acuerdo en temas que significan disputas y tensiones permanentes entre distintos grupos. Sea por como se produce y distribuye la riqueza, sea por definir que información es imprescindible para la sociedad en conjunto.
El gobierno kirchnerista ha puesto en discusión, en forma amplia y plural, con una explícita exhibición de una posición propia ,temas que afectan a toda la sociedad. No elude la disputa, la provoca. Al proponer temas que nos atraviesan, nos obliga a discutirlos.
No interesa el consenso en las reuniones de directorio, en los discretos ámbitos eclesiásticos, en los despachos de funcionarios.
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