lunes, 23 de abril de 2018

Ciencia y política. Sostiene Amílcar


"Para establecer una política para la ciencia, es necesario que el poder político tenga una conciencia clara de las necesidades y de los objetivos nacionales, y sepa formularlas en términos susceptibles de estudio científico, creando de esta manera una demanda concreta sobre las instituciones de investigación. Sin esta demanda explícita, como sucede en nuestro medio, los organismos de planificación científica carecen de objetivos y de términos de referencia para orientar su acción. Una política científica efectiva no es la generadora de un esfuerzo consciente y profundo de desarrollo , sino una de sus consecuencias. 
La conocida historia de muchos organismos de investigación científica de la región es también reveladora ( ...) las autoridades proceden, en general, como si la ayuda que prestan, casi siempre mal y tarde, fuera un acto de filantropía hacia los investigadores.
(...) Los centros que agrupan a los productores industriales y agropecuarios de la región emiten continuamente largas declaraciones  enjuiciando  todas las medidas que, en su opinión, afectan directa o indirectamente a sus intereses . No obstante, cuando esos mismos gobiernos destruyen en un día centros de investigación (...) no parecen darse cuenta de que se está comprometiendo seriamente la capacidad de progreso de las actividades industriales y agrarias"

Amílcar Herrera, en su texto de 1971" Ciencia y política en América Latina " tiene mucho que opinar sobre lo que está haciendo este gobierno PRO con su ministroentregador Barañao, que contribuyó a su re edición por la Biblioteca Nacional en 2015 y que ahora pareciera pensar diferente.

Con éste eje, la diferencia tan palmaria entre la posición del gobierno Nac&Pop y la del gobierno del amarillo neoliberal es tan brutal que la única pregunta por la conducta del ministro es por su propia posición.

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