miércoles, 21 de abril de 2010

Botnia-Uruguay-Argentina.

Me resulta difícil escribir sobre este tema, cuando por razones afectivas, históricas e ideológicas me atraviesa desde todos lados.
Creo que el gran triunfador en el conflicto es el peso del capitalismo como forma de construcción del poder, tanto económico como simbólico. El problema fué resuelto en términos de un enfrentamiento entre estados, cuando fué iniciado por un tema de intereses económicos.
Desde mi punto de vista puedo decir:
# En 1998, cuando trabajaba en una empresa editora de la segunda revista en circulación nacional ( 600.000 ejemplares semanales) , por mis responsabilidades en esa compañía participé de algunas charlas con áreas comerciales de ENCE ,STORA ENZO , y BOTNIA. En ese momento se estaba tratanto de cerrar negocios por abastecimiento de LWC60 gr con un proyecto de instalación de plantas en Entre Ríos. El papel de ilustración de revistas no se fabricaba, y no se fabrica aún, en la Argentina ni en Sudamérica.
# En esa época, con Menem y Sanguinetti como presidentes , esas empresas no consiguieron convencer al sector político entrerriano/ argentino y mudaron el proyecto a Uruguay, con un replanteo en cuanto al tipo de producción a realizar.
# Muchos años después cuando la oposición de la comunidad de Gualeguaychú llevó al corte del puente, puso el tema en primera plana nacional, pero ni el gobierno de Tabaré ni el de Néstor habían creado el monstruo. Simplemente no pudieron lidiar bien con él.
# Para el uruguayo promedio, el sentido del "piquete" es muy diferente al nuestro. Nunca se discutió con esa dinámica en la historia política interna. Aceptar un enfrentamiento Estado Nacional vs una ciudad extranjera en esos términos es absolutamente implanteable. La acción que logró visibilizar el problema terminó abroquelando sentimientos en una cuestión nacionalista y no una discusión capital vs estados nacionales.
# La contaminación que provocan las pasteras de Alto Paraná y el complejo Capitan Bermúdez es infinitamente superior a la que , probada o no, provoca Botnia hoy, simplemente por una cuestión de salto tecnológico. Las tecnologías aplicadas son más viejas y con procesos de blanqueo de pasta diferentes.
# Con el fallo de La Haya pierden los dos países. La Argentina eligió ir a la corte y no logró su objetivo de máxima. Uruguay no está obligado a relocalizar su planta pero violó el tratado firmado por Perón y Bordaberry en el 73 (?).
# El tratado del río Uruguay no prevé penalidades para los casos en que una de las partes lo viole. Es sólo un enunciado de intención.
Creo que mis dos presidentes, Cristina y el Pepe, tendran la oportunidad de sentarse a ampliar este tratado y redefinir bien sus alcances y metodología, para que no vuelva a suceder algo como esto.
Pero todos tenemos que volver a mirar a las empresas , sus intereses privados y como éstos afectan los intereses de los Estados, porque los intereses de la sociedad son los que los Estados deben defender y representar.
Ley de Medios, Ley de actividades Financieras, Empresas agro-exportadoras.
Como me dijo un inglés en una empresa en la que trabajé hace un cuarto de siglo : " Nosostros nunca quebramos la ley, lo que hacemos es que la ley diga lo que a nosotros nos conviene ".

4 comentarios:

  1. Canilla;yo entiendo poco y nada de "teria de los juegos"pero plantear que los dos perdieron no me parece logico.La hipotesis de maxima de Argentina no se cumplio,la de Uruguay si.Que en realidad Uruguay estuviera defendiendo intereses ajenos(zona franca y puerto propio con lo que se convierte en un enclave extranjero en su propio territorio)es harina de otro costal.Encima aparece hoy en la prensa uruguaya el ex canciller de Batlle diciendo que la violacion del tratado fue un hecho calculado,ya que descontaban que de otra manera,el emprendimiento nunca se hubiese realizado.

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  2. Gustavo, no es dentro de la teoría de los juegos que yo hago mi lectura sino dentro de la semiósis social. El ciudadano uruguayo tiene una fuerte imagen de si mismo como cumplidor de las reglas sociales y lo importante que es el Estado como actor . En ese contexto ese ciudadano ( de un país cuya mitad de la población vive en la capital, por lo que tiene una fuerte conciencia urbana) tiene que tragarse el sapo de haber hecho una jugada de ventajeo sobre el vecino, y que la autoridad jurídica se lo marque. Eso es una pérdida de valor en términos de capital simbólico que es como abro mi post.Uruguay no defiende una zona franca sino una lectura de su propia realidad que es que esta papelera es la mayor inversión que haya hecho nadie en toda su historia.Desde acá, con otras condiciones de reconocimiento no podemos hacer esa lectura.
    Abrazo.

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  3. La CARU fue desde el retorno de la democracia en ambos países un juntadero de políticos locales fracasados.

    En toda la vigencia del Estatuto del río, ninguna fábrica ni argentina o uruguaya pasó su trámite de autorización por CARU, y nadie se inmutó en lo más mínimo.

    Es más que claro que la afirmación de la Corte de que Uruguay incumplió las obligaciones de forma pero cumplió las de fondo es una resolución donde los aspectos jurídicos son marginales.

    ¿Qué formas pudo haber violado Uruguay si en veinticinco años de Estatuto ninguna autorización fabril pasó por CARU?

    Veámoslo como un aporte gracioso de la Corte a la tranquilidad platense.

    Por el resto, no sólo los argentinos ganamos partidos con goles con la mano. Los orientales lo disfrutan, no olvidemos que son hijos del antiporteñismo visceral que les legara José Artigas.

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