jueves, 10 de junio de 2010

Un corte y una quebrada


Para comprender algo del problema "corte en Gualeguaychú" haciendo algunos números vi que en la Provincia de Entre Ríos , en las legislativas del 2009 los resultados de las elecciones fueron Frente Acuerdo Civico y Social 35.02 % yFte. Justicialista Entrerriano 34.36 % de acuerdo a los datos que figuran acá. En Gualeguaychú fueron 44.3 y 20.6 % respectivamente. ¿Quienes son los representantes del carriotismo y la UCR de Morales en Entre Ríos ? Atilio Benedetti, bromatólogo de Larroque , pagos de Yabrán, ex presidente de la Bolsa de cereales de la provincia , una figura que integró buena parte de las asociaciones de dirigentes ligados al negocio agropecuario provincial, según dice acá. Hilma Ré, ingeniera agrónoma , promotora de declaraciones tipo "dejen al campo tranquilo" y Jorge Chemes, el que dice que hay que ir matándolos de a uno. Estos querubines se llevan el imaginario del 44 % del electorado de la ciudad enfrentada al Gobierno Nacional, al Estado Uruguayo y a todo lo que se le cruce.
Compartiendo la crítica al modelo de país que representa la planta de Botnia para Uruguay, modelo extractivo y monoproductor sea de soja o celulosa, hay algunas cosas que no terminan de entenderse en la práctica fundamentalista de un piquete ambientalista.
Lo primero es que parece no comprenderse el alcance del objeto. La práctica del corte tiene una dinámica propia que permite obtener resultados a partir de la puesta de la mirada de atención sobre el problema , producto de una exposición pública. Pero no sirve para intentar obligar una negociación con un Estado que no es el propio. Llevado al extremo, luego del resultado intermedio del fallo de la corte de La Haya, lugar al que Argentina acudió como estado responsable a dirimir un pleito y con acuerdo de los vecinos, la actual situación sólo dejaría satisfechos a éstos si se invadiera al Uruguay y se dinamitara la planta. Las condiciones leoninas de "suelo extranjero" acordadas por el entregador gobierno de Jorge Batlle a los fineses no permiten mucho juego al presidente Mugica. No puede entrar a la planta así nomás y si la quiere cerrar , la multa a pagar es implanteable para el gobierno del Uruguay. En el año 2000 cuando se firmó el acuerdo equivalía a cerca del 40 % del PBI uruguayo.
Por otro lado , para desarmar esta bomba plantada por Batlle-Menem y mal manejada por Néstor-Tabaré, a Cristina-Pepe no les queda otra que ir sacando cable por cable.
Me parece que hay un núcleo duro, cerril y de derechas en esa ciudad que enfrenta a todo lo que se le opone como hecho nuevo con una matriz culturalmente decimonónica y económicamente primitiva que no encuentra alternativas para superar el conflicto.
Para que la Argentina pueda asociarse con Uruguay para embretar a Botnia y a todas las empresas que desde Monte Caseros en Corrientes o Bella Unión en Artigas puedan contaminar al río , revitalizando el Convenio del Río Uruguay y replanteando el rol de los Estados como "guardabosques" de los bienes ambientales , para que las empresas particulares no destruyan los ecosistemas en su búsqueda de rentabilidad, la negociación se les escapa como colectivo local. Pueden pasar a ser en todo caso punta de lanza de un colectivo nacional que debe intervenir negociando con un otro que es, justamente ,otro estado que no se rige por las mismas leyes internas ni tiene por qué compartir todos nuestros intereses. Entonces podremos sentarnos a discutir sobre los agroquímicos de la soja que llegan al río desde ambas orillas , por ejemplo.
La foto es de acá

1 comentario: