En esta nota que firma Gustavo Bulla hoy en Página surgen algunos números que evidencian las razones de algunos gritos que se escuchan sobre la Ley de Medios.
Total de canales de TV de aire en el país: 49
Total de producción de contenidos: 70 % a cargo de canales metropolitanos.
Este 70 % se compone como 32 % Telefé, mas 28 % Clarín y el 10 % el Resto.
Fútbol gratis, sólo en la cobertura de canal 7
Canales privados: producen el 29 % de sus contenidos.
Canales públicos: producen el 82 % de sus contenidos.
La nueva Ley, entre otras cosas, al exigir cuotas de pantalla obliga a una industria que tiene presencia hegemónica a aumentar sus costos de producción.
En el mismo diario, en la nota firmada por el Decano de la Facultad de Comunicación de la Universidad Austral, se habla desde el principio del gran misterio de este negocio.
Si es un servicio público, como el mismo lo enuncia, debe por lógica esperarse una intervención rectora del Estado.
Pero inmediatamente habla del “mercado de la información” y de la concepción de la noticia como un bien transable. Instalando la discusión en una falacia “(…)en 2001, por ejemplo, las personas bien informadas se enteraban a diario del índice de riesgo país(…).” ,se pretende pensar a la información como un bien que se adquiere como un valor necesario para el desempeño de alguna actividad, cuando en realidad esa información si es necesaria , circula por otros canales que no son los medios públicos por simples razones de anticipación y tiempos. Esa información en los medios habla de la situación dada, no de información sensible para decisiones de gestión de negocios. Se mira, desde esta visión, el acceso a los bienes culturales y los bienes de información como un consumo equiparable al shopping, remitiéndonos a una vieja e interesada clasificación que pretende equiparar al público con el consumidor, pero se envuelve ese acceso en el paquete de un “ medio social” que ”(…)provee(n) de causas a las que muchos usuarios se suman o crean las propias. Las plataformas participativas (concursos, tests, desafíos) siempre encuentran respuesta.(…) “.O sea, el interés social es legítimo sólo si es proveído o canalizado por estas empresas que no invierten en producción de contenidos.
Esto explica la aparición de notas como la del 5 de mayo en el Clarinete, donde se muestra como foto importante de una reunión de una Asociación de Radiodifusoras que reúne a 17.000 miembros a un grupo de dirección de apenas 20 individuos. Nada se dice de un mecanismo de consulta que haya recogido la opinión de la mayoría de esos asociados, por ejemplo.
Por eso la ley dice explicitamente que un porcentaje (no recuerdo cuanto) de la programacion en debe ser producida en el area de cobertura de la señal.
ResponderBorrarMariotto contaba el caso de una radio creo que salteña que despidio a todo su personal y empezo a repetir alguna FM de Capital y listo. Si fuera una repetidora bueno, pero no te puede ocupar una licencia.