14 de julio

En el año de 1789 , en medio del veranito francés, se dió aquello que todos conocemos como la Revolución Francesa, momento de bisagra de la historia que marcó el inicio de nuevas épocas y nuevas formas de pensar. Las palabras Libertad, Igualdad y Fraternidad comenzaron a tener un valor simbólico que se fue cargando con aportes de las sucesivas generaciones de pensadores que las tomaron como faro. En la noche de ayer, en Buenos Aires, se respiró un aire invernal que congeló al menos por una vez , los intentos trogloditas de evitar el avance histórico de la sociedad. Intentos que responden a una constante intelectual que en esos años vinculaba al poder real con el poder de dios , un pensamiento que no admite la diversidad, la otredad y los derechos individuales. Como decía Daniel Filmus en su intervención anoche, " la historia es una permanete conquista de derechos" . Es razonable pensar que las vanguardias y las minorías que desde 1789 a esta parte han motorizado los cambios sociales en la disputa con el poder sientan que a pesar de la lentitud, de la dureza y todo lo que falta, la lucha por la conquista de esos derechos vale la pena.
Quedará para el análisis ver las posiciones más conservadoras de la sociedad política que juntan al peronismo de Duhalde con el pensamiento del Opus Dei de Negri de Alonso y otras posturas similares. Lo interesante de este Gobierno , a pesar de que pueda no coincidirse con todas las cosas que defiende o con las alianzas que hace , incluso con algunos métodos que emplea, es que no le saca el culo a la jeringa.