jueves, 22 de julio de 2010

Para leer a Mauricio

Mauricio es …
La oracion que construyó Durán Barba remite a un apellido que pareciera que denota eficacia, éxito, resultados. ¿Es correcto eso? Probablemente si, cuando pensamos en Franco Macri, con su cocoliche y el éxito concreto que puede mostrar alguien que desembarcando en el 49 en la República con una mano atrás y otra adelante, construyó un imperio empresarial y económico sin mirar mucho en los métodos, las formas y las alianzas necesarias para llegar a su objetivo.
Franco es además un animal político que pudo aunar voluntades, reconocer los vientos epocales y adaptar su visión para conseguir cumplir la meta que se había propuesto. Es un hombre de los negocios industriales, sea encarando la construcción como una operación masiva de producción o una fábrica de autos. No es una persona con cultura de clase oligarco-agraria sino un auténtico self-made man.
Mauricio es hijo de su madre, Blanco Villegas de apellido, nacido en Tandil, sobrino de Jorge Blanco Villegas, el señor de la UIA de los noventa que vendió su empresa PHILCO para volver al agro y a sus hectáreas.
El acento gangoso de niño bien de Mauricio no se lleva con el cocoliche paterno que quiso que su primogénito tomara las riendas de una actividad económica que los Blanco Villegas desprecian culturalmente. “La actividad agropecuaria tiene futuro en la medida en que no tengamos gobiernos que empiecen a decir que ya ha ganado bastante " dice el tío Jorge en este reportaje.
José Luis Imaz, que no era tonto aunque no era un comunista, opinaba que en la Argentina no existía una clase industrial criolla, ya que el producido de su operación industrial lo reinvertía en la actividad agropecuaria.
El grupo Blanco Villegas era propietario de 26.000 hectáreas en 1996 de acuerdo a este estudio y de esa matriz cultural viene Mauricio.
No se si los Blanco Villegas son descendientes del uruguayo General Villegas que se hizo famoso en la campaña del desierto al mando del 3 de Fierro de caballería “Los Blancos de Villegas” , marca icónica del roquismo y de una forma de construir la nación.
Mauricio es Blanco Villegas, criado por su abuelita en Tandil.
El discurso toma sentido.

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